Comentario al Credo.

El Credo. Artículo I "Creo en un Solo Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible". Como cristianos, hemos heredado la fe de Israel en un Dios único: YHVH, el Dios los Patriarcas, Jueces, Reyes, Profetas y Sacerdotes. Hubo un continuo estira y afloja entre los israelitas, ya que, por influencia de sus vecinos cananeos, solían inclinarse a adorar a otros dioses, hasta que su propia idolatría los aplastaba, y YHVH acudía en su auxilio. El monoteísmo fue ya una creencia férrea después del exilio en Babilonia, pues se atribuyó a la idolatría la destrucción del Templo y de la ciudad santa de Jerusalén. ¿Cómo sabemos que hay un solo Dios? Él mismo nos lo dice: En el Shemá Israel, el credo judío, dice: שמע ישראל יהוה אלהינו יהוה אחד (Escucha, Israel: YHVH es nuestro Dios; YHVH es Unidad). Normalmente se traduce como "uno", pero la expresión hebrea אחד (Ejad) implica una unidad compuesta de dos o más elementos. En Génesis dice: "El hombre dejará a sus padres y se irá con su mujer, y los dos serán una sola (Ejad) carne. Es decir, hombre y mujer formarán una unidad compuesta. Un ejemplo sencillo es el de varias uvas que forman UN SOLO racimo. Los escritores sagrados no escribieron יָחִיד (Yajid= Uno/ elemento único), sino אחד (Ejad= Unidad), para dejarnos entrever el misterio de Tres Divinas Personas en un solo Dios: YHVH. Isaías 45,5-6 "Yo soy YHVH, no hay ningún otro; fuera de mí ningún dios existe. Yo te he ceñido, sin que tú me conozcas, para que se sepa desde el sol levante hasta el poniente, que todo es nada fuera de mí. Yo soy YHVH, no ningún otro..." Deuteronomio 5,7 "No habrá para ti otros dioses delante de mi". Si bien es cierto que los dos relatos de Génesis 1 y 2 tienen paralelos con otros relatos de la creación de Canaán y Mesopotamia, el texto hebreo desmitifica las creaciones paganas, donde los elementos (sol, luna, estrellas, tierra, agua, abismo, etcétera) tenían un nombre propio y eran dioses, mas el texto del Génesis, divinamente revelado, atribuye y somete la naturaleza a YHVH, el único y verdadero Dios, que realmente creó con gran poder y amor el mundo y al género humano. Y no solo creó lo que vemos, sino también lo que no vemos, es decir, los ángeles y aquellos que posteriormente en su rebeldía se convertirían en demonios. ¿Cómo sabemos que Dios es Padre? Porque tiene un Hijo amado engendrado en la eternidad por él: su Verbo o Palabra, que al hacerse hombre recibió de Dios mismo su nombre: Jesús de Nazaret. También es Padre de Israel: Éxodo 4,22 "Y dirás al faraón: Así dice el Señor: "Israel es mi hijo, mi primogénito". Eclesiástico 36,11 Ten compasión del pueblo que lleva tu nombre, de Israel, a quien nombraste tu primogénito". Deuteronomio 14,1-2 "Sois hijos de YHVH, vuestro Dios. (...) Porque tú eres un pueblo consagrado a YHVH, tu Dios, y YHVH te ha escogido para que seas el pueblo de su propiedad personal entre todos los pueblos que hay sobre la haz de la tierra". También es Padre nuestro: Mateo 6,26 "Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas?" 1 Juan 1,3 "Lo que hemos visto y oído, os proclamamos también a vosotros, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y en verdad nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo". Gálatas 3,26 "Pues todos sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús". Romanos 8,14-17 "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios. Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que habéis recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios,Leer más. y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con Él a fin de que también seamos glorificados con Él". Jesús, con su predicación, nos enseñó que YHVH es Padre providente y con su muerte y resurrección, nos hizo hijos adoptivos de Dios, a través del bautismo y la fe en Él, que es fielmente llevada y profesada por la Iglesia Católica. - Abbir ben Ismael.